Osvaldo Buscaya
a) {Según las teóricas feministas, el origen de la opresión de las mujeres halla causa en el patriarcado. Y a éste se le define como el sistema construido y organizado por los hombres para detentar el monopolio del poder político, económico, social, sexual, religioso y cultural, fundado en la creencia de la superioridad de los hombres, con base en la cual han justificado desde tiempos inmemoriales la subordinación de las mujeres.}
Pues, en el curso de la evolución de la transexual ecuménica perversa civilización patriarcal, tenemos la oportunidad de percibir cuales son las “virtudes humanas” que han dado lugar a tantos descubrimientos científicos a lo largo de la historia. Genéricamente hablando la transexual ecuménica perversa civilización del varón, se encuentra en la etapa más avanzada de la evolución; fundamentalmente, a partir de la adquisición del lenguaje y de una visión más detallada del mundo externo y de su mundo interior a través del psicoanálisis (Freud). Todo esto, sumado a su capacidad imaginativa, ha dado lugar a los grandes descubrimientos y teorías emitidas por la transexual ecuménica perversa civilización patriarcal desde hace más de 300 años, pero ajustándose a una estricta ética que repudia e invalida a la mujer; es decir la mitad, como mínimo, de la sociedad, en todos los tiempos. Mujer como ser irrelevante, para la transexual ecuménica perversa civilización del varón, cunde, por donde se mire. Y cuanto más y mejor se mire, se verá que se multiplican los escenarios donde ella irrumpe, la desconsideración de la mujer y la propia y encubierta subestimación, femenina, se complementan necesariamente, y enlazadas, ellas acentúan las sombras que oscurecen el panorama social de nuestro tiempo. La moral de la transexual ecuménica perversa civilización del varón en la instancia de su superyo, como heredera de la influencia paterna adscribe importantísimas funciones, que encontramos en el sadismo masculino al reflejarse en la obligada imposición sobre la mujer a un rol pasivo masoquista.
b) {El denominado “feminismo liberal” no es una clase de feminismo, puesto que es la forma como el patriarcado capitalista se disfraza de progresista para justificar la explotación sexual y reproductiva de las mujeres, a través de su mercantilización, ya sea vía prostitución, pornografía, vientres de alquiler y todas las demás formas de comercialización de las mujeres que se han ido diversificando y extendiendo en lo corrido del siglo XXI, por las que las feministas radicales luchamos para que sean abolidas.}
Pues, considerar la “cambiante” conducta y carácter patriarcal transexual ecuménico perverso, constituiría un reconocimiento en dirección progresiva a sucesivas alucinaciones; esto es, son “ideas” transformadas en imágenes que corresponden, efectivamente, a regresiones: ideas “originales” de la castración en imagen de la mujer castrada, repudiada y despreciada en su reconocimiento genocida, abuso sexual, pedofilia, femicidio, “vientres de alquiler y todas las demás formas de comercialización de las mujeres que se han ido diversificando y extendiendo en lo corrido del siglo XXI”. Suprimir la castración, sería suprimir las “castradas”. Deseo del transexual ecuménico perverso varón que se potenciaría en cada percepción de la mujer.
c) {Y, en lo que respecta al denominado “transfeminismo”, tampoco es tal, porque el transgenerismo se funda precisamente en la reivindicación de la denominada “identidad de género”, y la consecuente negación del sexo como realidad biológica y categoría jurídica. Al ser la sexual la categoría legal donde se construyen los derechos de las mujeres y niñas, el “género” y la “identidad de género” resultan incompatibles con la categoría sexo y los derechos de las mujeres y niñas. Por esta razón, también somos abolicionistas del género.}
Pues la “reaparición” de la percepción, de la castrada, es la realización del deseo de superioridad transexual ecuménico perverso masculino “en lo que respecta al denominado “transfeminismo”, tampoco es tal, porque el transgenerismo se funda precisamente en la reivindicación de la denominada “identidad de género”, y la consecuente negación del sexo como realidad biológica y categoría jurídica”. Carga psíquica completa de la percepción; estado primitivo del aparato psíquico en el que éste sendero sea recorrido de tal forma que el deseo, mencionado, culmine en una “alucinación”. La satisfacción del transexual ecuménico perverso “irresoluble y ambiguo sexual”, no se verifica y la necesidad perdura haciendo equivalente constantemente la carga interior a exterior como una psicosis alucinatoria, que agota su función psíquica en la “conservación” del objeto deseado como castrado. El acto de pensar del transexual ecuménico perverso varón, no sería otra cosa que la sustitución del deseo alucinatorio de su fálica superioridad. Resulta pues, perfectamente “lógico” ésta modificación del proceso psíquico “acostumbrado” en la transexual ecuménica perversa civilización patriarcal, durante milenios, que hace posible la “vitalidad” en una dirección ideológica de la moral, ética y valores que impone la “irresoluble perversión y ambigüedad sexual del varón”.
Señalo en mi Ciencia de lo femenino (Femeninologia) cuanto tenemos que aprender, sobre la estructura de la relación de la mujer con la verdad como causa, en la imposición del transexual ecuménico genocida perverso patriarcado incluso en las primeras decisiones de la simiesca horda primitiva.
El sentido y la verdad del feminismo (la mujer) es la derrota del varón; perverso irresoluble y ambiguo sexual
“El feminismo es única y absolutamente la mujer”
Un travesti o un trans; no es una mujer
El discurso de la acción femeninológica, de mi ciencia de lo femenino (Femeninologia), expone al varón frente a aquello que ha silenciado en el pasado; el fundamento agresivo que encubre con su hipócrita moral y ética patriarcal, que se demuestran insostenibles en el presente.
Buenos Aires
Argentina
27 de abril de 2023
Osvaldo V. Buscaya (1939)
Psicoanalítico (Freud)
*Femeninología
*Ciencia de lo femenino